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Desde el principio, se repartieron los roles: el Chelsea, un equipo atacante, y su rival del día, el West Ham, con un bloque defensivo medio que, en ocasiones, subía, pero permanecía bien colocado atrás. Mientras tanto, en fase defensiva, cuando perdían el balón, el Chelsea destacaba por su presión alta, lo que provocaba numerosos errores en la salida del balón de las Hammers.
Además de la presión alta, también hay que subrayar las grandes combinaciones, sobre todo por la banda derecha, entre Amano, Kaneryd y Lawrence. De hecho, desde esta banda llegó el primer gol del partido cuando Lawrence dio un pase a Kaneryd, quien ajustó su tiro al palo derecho de la portería rival y logró que el balón se colara entre las manos de Szemiik.
En una contra en la que el Chelsea no regresó lo suficientemente rápido en defensa, el West Ham estuvo cerca de marcar su primer gol. Sin embargo, Hampton reaccionó a tiempo y le quitó el balón a la rival justo cuando esta ya se preparaba para definir.
La presión alta fue la clave del partido. El segundo gol del Chelsea llegó precisamente de esta manera, tras una jugada en la que Nusken forzó una pérdida de balón de Nyström. La pelota quedó suelta y cayó en los pies de Kaneryd, quien, al ver a Nusken en mejor posición, le devolvió el balón para que esta resolviera con facilidad.
Tras una única posesión larga del West Ham, el juego volvió a su esquema inicial: las Hammers esperando atrás mientras las blues dominaban el balón. Sin embargo, cuando las visitantes subían la presión, las locales retrocedían un poco para reiniciar la jugada desde su propio campo.

Segunda parte, diferente

En la segunda mitad, el West Ham aumentó su presión, lo que les permitió generar buenas ocasiones. De hecho, si no hubiera sido por la gran intervención de Bright, habrían marcado su primer gol en el minuto 53. Apenas tres minutos después, en una contra provocada por un mal balance defensivo del West Ham, Mayra tuvo la oportunidad no solo de recortar distancias, sino también de sentenciar el partido.
Tras estas oportunidades, el encuentro se inclinó hacia el campo local, con una presión altísima de las visitantes que buscaban, al menos, acortar distancias. Sin embargo, no lo consiguieron. A pesar de esta situación, el Chelsea no dejó de crear peligro cuando tenía el balón, aprovechando muy bien los espacios que dejaba su rival.

Si puedo, presiono

"Si puedo, presiono alto". Este podría haber sido el lema del partido para ambos equipos. Aunque el Chelsea se lució más en la primera parte en este aspecto, las Hammers respondieron de la misma manera en la segunda. A pesar de que el Chelsea dominó la posesión durante la mayor parte del tiempo, cada vez que las locales retrocedían para reiniciar la jugada, el West Ham presionaba casi hasta la portería de Hampton. Esto provocó un ataque tan adelantado que en algunas situaciones dejó espacios atrás.

Este planteamiento dejó un partido interesante desde el punto de vista táctico, con dos equipos que se adaptaron bien tanto a las presiones altas como cuando debían retroceder. Lo hicieron de forma rápida y conjunta, sin dejar apenas fisuras.

Primer finalista de la Copa de la Liga

Al final del partido, Kingsmeadow presenció la victoria de las suyas, que avanzaron a su primera de las tres finales a las que pueden llegar esta temporada: la Copa de la Liga, la FA Cup y la Champions League.

FICHA TÉCNICA

ONCES INICIALES

CHELSEA: 24.Hannah Hampton, 12.Lawrece (James, 60’), 4.Bright, 14.Bjorn, 21. Charles, 30.Walsh, 6.Nusken, 19.Keneryd (Jean François 80’), 23.Hamano (Keptein 69’), 11.Reiten, 7.Ramirez (Beever-Jones, 60’)

WEST HAM: 1.Szenik, 2.Smith. 4.Siren (Brynjarsdóttir, 71’), 9.Ueki (Paví 76’), 13.Nyström (Saéz, 71’), 14.Zadorsky, 19 Martinez (Piubel, 60’), 20. Asseyi, 22.Gorry, 26.Mengwen, 29.Hamshaw, 

GOLES: Kaneryd (20’), Nusken (29), 

ASISTENCIAS: Hamano (20’), Reiten (29’)

ARBITRAJE

ÁRBITRAS: Stancey Pearson

AMARILLAS: Lawrence (27’), Ueki (75’), Lauren James (82’)

ROJAS: 

LUGAR: Kignsmeadow Londres

HORA: 20:00- 6/2/"024