El partido que enfrentaba a Portugal e Italia termino cono repatro de puntos y dejando a portugal con algo de vida para pasar a octavos.
Aunque durante los primeros minutos Portugal logró encerrar a Italia, en cuanto la Azzurra se hizo con el balón comenzó a generar peligro. Girelli lo intentó desde fuera del área con un potente disparo con la diestra, pero la guardameta Patricia Morais respondió con una gran parada que envió el balón a córner.
En ese momento, las dos delanteras de Italia aumentaron la presión y llegaron a recuperar el esférico casi en la frontal del área rival. Más allá de esta acción, los primeros 15 minutos fueron de tanteo por parte de ambos combinados nacionales, con mucha prudencia y pocas llegadas claras.
Desde el minuto 15, Italia tomó la batuta del encuentro. Aunque no generó ocasiones realmente peligrosas, sí rondó con frecuencia el área portuguesa. Portugal, por su parte, se mantuvo sólida en defensa, muy ordenada y atenta a los movimientos del rival.
Italia, fiel a su estilo de juego, trataba de mantener la posesión. Sin embargo, en cuanto detectaba un espacio libre en la defensa rival, buscaba sorprender con balones largos para romper líneas y ganar la espalda de las defensoras lusas.
Un duelo trabado en el medio campo
Con el paso de los minutos, Italia fue intensificando su presión tras pérdida, dificultando la salida de balón de Portugal. Además, mostraron un excelente trabajo en el repliegue defensivo, lo que les permitió evitar contragolpes peligrosos.
Durante varios momentos del primer tiempo, el juego se desarrolló casi exclusivamente en el centro del campo. Ninguno de los dos equipos lograba dominar con claridad ni imponer un ritmo sostenido, lo que convirtió el encuentro en una batalla táctica.
Este nuevo planteamiento táctico permitió ver a una Portugal muy distinta respecto a su actuación anterior frente a España. El equipo mostró una mejor imagen, más compacto, más organizado y con mayor presencia en el duelo.
La posesión fue uno de los aspectos más disputados del primer tiempo. Ambos conjuntos apostaron por tener el balón y construir desde atrás, pero ninguno logró imponerse del todo. La estadística lo reflejó: 50% de posesión para cada lado al término de los primeros 45 minutos.
Portugal se salva antes del descanso
A pesar de que no abundaron las ocasiones claras, el cierre del primer tiempo dejó una acción que pudo cambiar el rumbo del partido. Justo antes del minuto 45, Cantore se escapó por la banda izquierda y lanzó un centro raso al área. Girelli, muy atenta, logró rozar el balón con lo justo para desviar su trayectoria y forzar la estirada de Patricia Morais, que salvó a Portugal con una intervención de reflejos rápidos.
Con ese susto final, ambos equipos se marcharon al descanso con el marcador empatado 0-0. Fue una primera parte muy igualada, táctica y sin grandes sobresaltos, pero con la sensación de que en cualquier momento el duelo podría romperse a favor de cualquiera.
Portugal cambia el guion tras el descanso e Italia responde con presión alta
A la vuelta de los vestuarios, Portugal salió con una actitud completamente distinta. Subió la presión de forma notable y logró provocar un par de pérdidas muy peligrosas por parte de Italia cerca de su área. Durante varios minutos, el equipo luso dominó el juego con energía renovada, tomando la iniciativa con más agresividad en campo rival.
Sin embargo, Italia reaccionó rápidamente y recuperó su presión alta, equilibrando el control del partido. Aunque Portugal seguía dominando la posesión con más claridad que en la primera mitad, Italia no se dejó intimidar y mantuvo su organización táctica.
A los 14 minutos del segundo tiempo llegaron los primeros cambios en la selección italiana, buscando mayor profundidad y frescura ofensiva. El equipo necesitaba un gol que les asegurara la clasificación a octavos de final, y lo empezaron a buscar con más insistencia.
La primera ocasión clara para Italia llegó tras una recuperación alta: Caruso robó el balón, avanzó en conducción y, tras una acción individual, sacó un potente disparo con pierna derecha que pasó muy cerca del larguero. Fue una de las llegadas más claras del partido hasta ese momento.
Girelli anota un golazo tras una contra letal y Portugal responde con peligro
Después de esa acción, Italia forzó dos córners consecutivos. Sin embargo, Portugal respondió con una salida en conducción de Kika Nazareth, que estuvo a punto de superar a tres rivales seguidas. La jugada no terminó en gol, pero fue una muestra del carácter ofensivo del conjunto portugués.
Minutos después, Jessica Silva, que acababa de ingresar al campo, recibió un pase al hueco y generó su primera oportunidad a la carrera. Aunque la jugada prometía, terminó sin consecuencias al no poder definir con claridad.
El gol no tardó en llegar, pero fue para Italia. En una jugada donde Portugal había subido a prácticamente todas sus jugadoras al ataque, Italia aprovechó para lanzar una contra perfecta. El balón le llegó a Girelli, quien realizó un control exquisito dentro del área. La defensa portuguesa le dio tiempo y espacio para pensar, colocarse bien y sacar un potente disparo dirigido a la escuadra derecha. Fue un golazo: Italia se adelantaba 1-0 con un remate imparable.
Tras el gol, Italia apostó por el clásico estilo defensivo que históricamente le ha funcionado: cerrar espacios, defender en bloque bajo y buscar mantener la ventaja mínima con orden y solidez.
Portugal no bajó los brazos. En una falta lateral lanzada por Kika Nazareth, Diana Silva remató de cabeza, y tras el rechace de la portera italiana, la misma Silva empujó el balón al fondo de la red. No obstante, el tanto fue anulado por fuera de juego previo de Diana Silva, lo que generó protestas desde el banquillo portugués.
Diana Silva empata, Borges ve la roja y el partido termina igualado
Pese al golpe anímico por el gol anulado, Portugal siguió atacando con determinación. Y finalmente encontró el empate. Diana Silva, una de las jugadoras más incisivas, recogió un balón suelto en el borde del área y lo golpeó tras un bote irregular. El balón hizo una parábola inesperada y terminó colándose en la portería italiana. Fue el 1-1, un tanto que devolvía la esperanza a Portugal y encendía el tramo final del encuentro.
Tras el gol, Portugal aumentó aún más su intensidad ofensiva, pero Italia también tuvo su oportunidad. En una jugada a toda velocidad, Bonansea protagonizó una carrera peligrosa hacia el área rival. En plena acción, Ana Borges la empujó por detrás, provocando que la italiana se desequilibrara y cayera violentamente al suelo, golpeándose con la cabeza. Borges vio la segunda amarilla por la falta.
Con una jugadora menos y el marcador empatado, Portugal trató de resistir en los últimos instantes, mientras Italia buscaba una última oportunidad que nunca llegó. Finalmente, el árbitro señaló el final del partido con el 1-1 en el marcador.
Un empate que deja sensaciones encontradas para ambos equipos: Italia aseguró un punto importante, mientras que Portugal mostró carácter, juego ofensivo y momentos de gran presión, aunque no logró llevarse la victoria.
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